jueves, 30 de diciembre de 2010

PREPARACIÓN DE ESTRATEGIAS PARA EL GRAN ENGAÑO FINAL






Benedicto XVI y la Biblia


El Papa Benedicto XVI desea que se estudie más la Biblia, que se familiarice más con ella y que se anuncie más al mundo. Así que no es de asombrar que un profeta, verdadero o falso, dirija (como primer paso) la atención de sus devotos seguidores a la Biblia. Después de todo, ¿Quién se puede equivocar al usar tan eficiente táctica de dar énfasis a la Palabra de Dios por encima de su propia agenda o interés?

Lo peligroso es cuando una vez captada la atención y el seguidor piensa que toda enseñanza del falso profeta se centra en la Biblia, este comienza a mezclar la mentira con la verdad al exaltar tradiciones humanas propias no bíblicas y hacerlas ver como bíblicas al simple lector (u oidor) no familiarizado con las Sagradas Escrituras, como en este caso ocurre.

Analicemos primero la verdad de acuerdo a este resumen del documento publicado el 11 de Noviembre por Benedicto XVI que trata sobre la Sagrada Escritura en la Vida de la Iglesia (Verbum Domini):

PRIMERA PARTE


La primera parte se titula Verbum Dei y en ella el Papa nos habla del papel fundamental de Dios Padre como fuente y origen de la Palabra.

Está dividida en tres capítulos:

1."El Dios que habla" Trata de "la voluntad de Dios de abrir y mantener un diálogo con el ser humano, en el que Dios toma la iniciativa y se revela de diversas maneras".

2. "La respuesta del hombre al Dios que habla" Trata de cómo "el hombre está llamado a entrar en la Alianza con su Dios que lo escucha y responde a sus preguntas. A Dios que habla, el hombre responde con la fe".

3. "La hermenéutica de la Sagrada Escritura en la Iglesia". Trata de la recta interpretación de la Sagrada Escritura (hermenéutica) que exige la complementariedad del sentido literal y espiritual, una armonía entre fe y razón.

Veamos ahora como la mentira se introduce y enseñanzas al igual que tradiciones no bíblicas son incluidas:

SEGUNDA PARTE


La segunda parte se titula "Verbum in Ecclesia" y consta de tres capítulos:

1. "La Palabra de Dios y la Iglesia", habla de que "gracias a la Palabra de Dios y a la acción sacramental, Jesucristo es contemporáneo a los hombres en la vida de la Iglesia".

2. "La Liturgia, lugar privilegiado de la Palabra de Dios" habla del "nexo vital entre la Sagrada Escritura y los sacramentos, en particular, la Eucaristía". La importancia del leccionario, del lectorado y de la homilía.

Por ejemplo, ¿Dónde en la Biblia encontramos la enseñanza de la Eucaristía Católica?

Es por eso necesario que una vez en la iglesia, los creyentes sean instruidos por medio de otros libros y fuentes para encontrar apoyo a estas creencias no bíblicas introducidas como verdad pero que no se encuentran en la Biblia. Estos métodos, entre otros, son el leccionario, el lectorado y la homilía como bien menciona el artículo.

Así que la Biblia suele ser para cualquier falso profeta, la puerta de entrada al corazón humano para hacerlo ver como alguien digno de confianza y cuya fe está fundamentada en las Sagradas Escrituras. Pero una vez formas parte de esa comunidad de creyentes, ya entonces en los sermones (homilías), leccionarios y demás fuentes se introducen esas "verdades particulares a esa especifica creencia religiosa" que más bien son interpretaciones de la Iglesia (o del falso profeta) de lo que dice la Biblia.

Por supuesto, la iglesia, según la Iglesia Católica, tiene la autoridad de Dios para interpretar las Sagradas Escrituras y cada falso profeta va a hacer uso de esa prerrogativa a sus seguidores cuando se trata de enseñanzas que no se encuentran en la Palabra de Dios y que más bien forman parte de tradiciones y creencias particulares de determinada iglesia.

Por supuesto, en la última parte de su carta apostólica Benedicto XVI hace énfasis a la evangelización y aunque incluye mucha verdad que forma parte de la gran comisión dada por Cristo de evangelizar, también incluye lo siguiente como parte de la misión de la iglesia:

1. "La misión de la Iglesia: anunciar la Palabra de Dios al mundo", habla de cómo la Iglesia está orientada a anunciar el Evangelio a los que todavía no conocen a Jesucristo, pero también a aquellos que han sido bautizados pero que necesitan una nueva evangelización.

Para un falso profeta o institución, conocer a Cristo, inclusive haber sido bautizado, no es suficiente si no formas parte de su comunidad o iglesia. También es necesario una nueva evangelización y por supuesto, la misma debe y va contar con esas enseñanzas que no podremos encontrar en la Biblia pero cuya fuente es el Catecismo, libros denominacionales, el leccionario, el lectorado, y las homilías (sermones) del sacerdote o falso maestro.

Es nuestro deber hoy, más que nunca antes, poder encontrar apoyo y basar cada una de nuestras creencias en la Biblia. No podremos usar la excusa de que fuimos engañados por lo que dijo o escribió algún otro autor no bíblico en sus liturgias, leccionarios, libros o sermones teniendo nosotros la facultad y posibilidad de ir por nosotros mismos a la Palabra de Dios como hicieron los de Berea con lo que predicaba el Apóstol Pablo (Hechos 17:10, 11) y como hizo Martin Lutero con lo que predicaba la Iglesia Católica de la Edad Media, para de esa forma poder analizar y comprobar cada palabra dicha o escrita por medio de las Sagradas Escrituras.


(fuente de extractos: Catholic.Net)

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POR:

DavidM

on 14-nov-2010 at 09:07

FUENTE ORIGINAL: http://foroadventista.org/forum/entry.php?170-Benedicto-XVI-y-la-Biblia

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